En esta edición vamos a ocuparnos de reseñar uno de los métodos que utilizamos en la Escuela para la enseñanza-aprendizaje del FLE (Français Langue Étrangère) y mostrar una actividad llevada a cabo por nuestros alumnos, a partir de este libro. Tatou le matou es un método utilizado en 3º grado (EGB 1), y que fue concebido para desarrollar competencias transversales en los niños. Según sus autores "es importante mobilizar todos los recursos de los niños para permitirles aprender mientras se forman". Es por eso que los autores consideran que este método es multisensorial. A través de las distintas actividades que proponen, los niños cantan, danzan, manipulan objetos y hasta fabrican sus propios objetos que les permiten enriquecer su aprendizaje del FLE. "Reconocer que el aprendizaje de una lengua extranjera forma parte de un proceso educativo, es aceptar que el objeto estudiado no es la lengua en sí misma, sino que esta lengua es utilizada como vehículo de todo aprendizaje". Por lo tanto los niños necesitan un punto de referencia que los motive en el aprendizaje de la lengua extranjera, en este caso el FLE.
En el Módulo 1, consagrado a los sentidos, se propone la fabricación de un hérisson (un erizo) para sistematizar aquellos objetos que aparecen en el libro y que pueden ser suaves al tacto, como una pluma (une plume) o un gato de peluche (un chat en peluche); y aquéllos que son todo lo contrario, como el erizo. Para la realización de esta tarea, los alumnos trabajaron con plastilina (pâte à modeler) de diversos colores y del gusto de cada alumno; usaron también palillos escarbadientes (cure-dents), lentejuelas (paillettes) de diversos colores para los ojos y semillitas para la nariz.
Cada alumno modeló su propio hérisson y luego le puso una etiqueta con su propio nombre. El resultado fue sorprendente y hubo animalitos de diversas formas y colores.
Podemos apreciar entonces, que a partir de la fabricación de un animalito, hecho con plastilina, también se puede aprender una lengua extranjera. Por lo tanto, debemos desterrar la idea de que el aprendizaje de una lengua extranjera conlleva una serie de actividades tediosas, monótonas. Por el contrario, nuestros alumnos aprenden el francés a partir de actividades puramente lúdicas y que se inscriben dentro de lo que los autores del método denominaron como una metodología multisensorial; es decir que a partir de juegos, dramatizaciones, canciones y fabricación de objetos, el aprendizaje del FLE se torna más rico, menos rígido y los alumnos aprenden desarrollando tareas, lo que en téminos de didáctica de lenguas extranjeras se conoce como perspectiva accional.
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